En el rastro de Madrid encontramos "a" que además de ser una preposición es la marca de un nuevo puesto en el mítico mercado que despierta los domingos madrileños. Siempre acostumbrados al ambiente castizo y tradicional de los puestos, nos sorprendió gratamente encontrarnos con este.
"a" además de estilo, tiene historia. Y es que Ana, la dueña es la descendiente de una familia de artesanos que generación tras generación han vivido cada domingo de rastro viendo cómo la gente subía y bajaba la Rivera de Curtidores.
Acostumbrados a paelleras, puestos ordinarios de bisutería, bolsos de cuero, incluso puestos tan raros como tubos de goma, o esas montañas de ropa de segunda mano…Entre todo eso descubrimos el puesto de Ana. Parece que el tiempo se para, incluso que se abre un espacio entre la marea de gente y empezamos a disfrutar de todas las cosas bonitas que tiene.
Pañuelos, camisas, jerseys, collares, todo expuesto con mucho cuidado y con atención al detalle. Una decoración que podría resultar imposible en un espacio tan reducido pero que consigue gracias a cajitas antiguas o muñecos de madera.
Perfecto para regalar ya que cada artículo que compres te lo guarda en una bolsita de papel kraft y con bonitos lazos de colores.
Un bonito puesto que da un aire nuevo al Rastro y que además apuesta por las bolsas de papel para ofrecer a sus clientes. ¿Qué mas se puede pedir? Pues que te regalen alguno de sus irresistibles complementos.