Cómo envolver regalos con encanto

Es un arte, una pequeña gran muestra de creatividad que está al alcance de cualquier consumidor y de cualquier comerciante. Os enseñamos algunos ejemplos de cómo envolver regalos con encanto y efectividad.

Enamorar a vuestros compradores a través de un sencillo packaging realizado con papel maché y cuerda es una solución asequible que da muy buen resultado. Este tipo de material está producido a partir de una pasta de papel que es muy habitual para objetos decorativos, y no tanto para el uso del que hoy os hablamos. Le da una consistencia distinta al paquete, al tiempo que aporta un acabado más artístico.

Es muy interesante la combinación que podéis hacer con el papel maché que cubra totalmente el regalo, ajustándolo a su forma, y con una cuerda o cordel como toque final. Éste es un elemento muy creativo con él probar muchas posibilidades: podéis reforzar cada lado del envoltorio y que acabe en una bonita lazada, realizar la inicial de la persona regalada, por ejemplo, en una esquinita del paquete o jugar con los distintos filamentos de la cuerda, si podéis abrirla.

La opción de envolver un regalo utilizando una bolsa en la que introducirlo, como sabéis, es una elección perfecta. Si no queréis personalizar el papel, tenéis la opción de utilizar elementos que den vuestro sello personal al regalo. Por ejemplo, un elemento que cierre la bolsa y le dé un toque de clase como un fino palo tallado al que complemente una pegatina o insignia con vuestro logotipo.

Éste es el caso más sencillo, luego podéis utilizar otras bolsas para envolver vuestros regalos que sean muy fáciles de transportar aprovechando que van dobladas por su parte superior. El consumidor está acostumbrado a este tipo de packaging, por ejemplo, en productos de comida rápida pero no en regalos. El diseñador gráfico neozelandés Ben Oliver elaboró un envoltorio de este estilo para la marca Black Kauri, especializada en la producción de caramelo. Un packaging de papel kraft que combinaba los dos colores de sus productos. Una envoltura asimétrica y cerrada con un adhesivo con la marca impresa. Esta opción supone una oportunidad de sorprender a la persona agasajada que normalmente no tendría fácil adivinar de qué agasajo se trata, si no es alimenticio.

Nos hemos enamorado del último ejemplo de envoltorio para regalo de este post. Se trata de un estuche alargado confeccionado en papel kraft y de forma cilíndrica. Lo tomamos como inspiración y esperamos que os ayude a crear una envoltura diferente para aquellos productos que no sean cuadrados ni tengan picos. Sobre el papel kraft podéis serigrafíar o dibujar a mano cualquier motivo, y darle un remate final a modo de rúbrica. Ésta puede venir con la cuerda con la que cerréis el mismo packaging en su parte superior, por ejemplo.

Queremos saber qué formas especiales de envolver regalos tenéis vosotros, así que estaremos encantados de leer vuestros comentarios al respecto.

Fuente imágenes: za-gran.blogspot.com.es  /  spoonforkbacon.com  /  jurgen-lehl-for-babaghuri.tumblr.com/