“Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo” cuentan que decía Arquímedes en referencia a la palanca. En el post de hoy veremos cómo a partir de un elemento pueden diseñarse originales percheros DIY que os inspiren.
Si hablamos de estabilidad, eso es justo lo que requiere el primer ejemplo que os mostramos. Deberéis conseguirla juntando tubos de madera, si queréis un acabado más limpio, o ramas grandes, si preferís un toque más rústico. Pero no se trata de unirlos de cualquier manera, es necesario que los crucéis sin pegarlos totalmente porque no se sostendrán. Una vez que comprobéis que, unos más abiertos y otros menos, podrán sujetarse sin caerse, los atáis fuertemente con una cinta de cuero o de otro material que favorezca la adherencia a la madera (el plástico, por ejemplo, no ayudaría). Eso sí, cuando tengáis este original perchero montado, os aconsejamos que de él colguéis algún producto ligero porque si no, la estabilidad peligrará. Nos referimos a complementos como bolsos no muy pesados, cinturones o pañuelos. De esta forma tendréis un expositor muy original que dará encanto a vuestro espacio.
Con un mecanismo distinto que ayuda a dar un aspecto de ligereza y dinamismo a vuestra tienda, os mostramos dos ejemplos con cierto parecido. Hecho con amor es el lema de la firma danesa de decoración Ferm Living que utiliza líneas funcionales y materiales como algodón orgánico, papel reciclado o madera. En el caso del perchero, se trata de un palo alargado, con un ligero revestimiento de acero, que se sostiene horizontalmente gracias a las dos correas de cuero de las que cuelga. ¿Cómo? Dos aros permiten suspender el perchero no solo del techo (algo aparatoso) sino, también, de dos agarraderas que coloquéis en la pared. Podéis adquirir este perchero a través de su web.
El otro ejemplo de perchero colgado tiene un diseño aún más sencillo: una pieza horizontal de madera rústica sujetada, en esta ocasión, por dos cuerdas. Da un aspecto bastante más sencillo aunque también más frío. Podéis valorar el concepto y utilizar materiales en función de la imagen que vuestro comercio quiera transmitir. Incluso, si queréis hacer uso de elementos sencillos, de base, tenéis la opción de combinarlos con algún adorno alrededor de las cuerdas (luces, tiras de color vivo o una banda floral) que permitan tener el perchero colgado y, con él, la ropa.
Un paso más allá lo vemos en otro ejemplo que permite mostrar, esta vez, una variedad de productos. Tiene unas tuberías unidas en distintas alturas, de las que cuelgan vestidos y camisas, e, incluso abrigos. Es muy práctico y funciona realmente bien para mostrar looks completos. Esas mismas tuberías van armadas a una madera, en la parte inferior, que lleva ruedecitas para que la percha-expositor se coloque en cualquier zona de la tienda. Además, en un lateral del mueble hay varios estantes de madera sobre los que poner complementos y objetos que ayuden a dibujar el perfil que atraiga al consumidor. Las tuberías inoxidables (galvanizadas) ofrecen un aspecto industrial que combina con la madera. Es un expositor que nos ha fascinado, como lo ha hecho el perchero DIY más sencillo de todos los que comentamos en este post. Resulta tener un carácter puramente decorativo y de él lo que cuelgan no son prendas sino revistas. ¿De qué está hecho? De perchas. Es curiosa la manera en la que este expositor nos demuestra el potencial de los objetos más sencillos que, incluso, podemos utilizar con el mismo fin pero con matices distintos.
Os invitamos a que dejéis libre vuestra creatividad en vuestra tienda y nos mostréis los resultados.
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