Si te sientes alarmado por la situación crítica del planeta y quieres actuar en calidad de compañía para hacer cambios ambientales a gran escala, lee este post centrado en las acciones que se pueden implementar. Aprende a ser una empresa verde. Nada de green washing, sino comprometida de verdad. Mira cómo reducir el consumo de bolsas plásticas en tu tienda para dar el primer paso en tu camino a la sostenibilidad.
A nivel personal, hay cambios muy sencillos de hacer y fácil de habituarse a ellos para dejar de consumir cantidades ingentes de plástico en el hogar. Rechazar las botellas de agua de un solo uso (porque si la rellenamos es perjudicial para la salud) a cambio de un termo o jarra de cristal reutilizables, usar un cepillo de dientes de bambú, utilizar cubiertos de papel para las reuniones grandes en casa, etc. Al igual que en las fiestas que organizamos podemos renunciar a las pajitas para tomar una bebida. Aplica de la misma forma cuando estamos fuera de casa, en un bar.
Trasladando estas pautas a nivel empresarial, es una buena idea apostar por los envases y envoltorios sostenibles, fomentar el reciclaje en la oficina, imprimir solo los documentos imprescindibles y luego darle un doble uso a dichos folios… ¿Suena muy agotador? Seguro que cuando te pongas a ello te acostumbras rápido. Aquí te explicamos nuestros motivos para hacerlo:
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Reutilizar y reciclar. Las dos claves máximas de este asunto. Lo contrario a acumular residuos es aprovechar todas las posibilidades que un producto nos brinda. Cuando llegue a un límite en el cual nuestro objeto se empiece a deteriorar, debemos ser responsables de nuestras pertenencias y depositarlo en el contenedor correspondiente. Hazte cargo de tu basura al igual que cuando el artículo funcionaba en buenas condiciones.
Por desgracia, solo una mínima fracción de lo que se produce es realmente apto para el reciclaje, porque si va compuesto por una mezcla de diferentes materias habría que separarlo. En ocasiones, como sucede en concreto con los tetra bricks, la masa que se obtiene combinada con el aluminio se vuelve homogénea y el reciclaje se convierte en una labor imposible.
El estado del planeta es crítico. Continuando con los hábitos de consumo presentes en la sociedad actual, terminaremos con una deforestación brutal y la pérdida de vida marina como consecuencia de la acumulación de microplásticos en el océano. ¿Sabías que la industria del papel ayuda a que se planten más árboles? Debido simplemente a la necesidad básica de consumir este material. A mayor demanda, se necesita ampliar la superficie de bosque dedicado a la explotación forestal.
Los bosques son un refugio donde se almacena el dióxido de carbono que ya no va a parar a la atmósfera. Gracias a la celulosa, el aire que respiramos es mucho más limpio. En especial, las variedades de donde se extrae: pino y eucalipto, son de rápido crecimiento y retienen una gran cantidad de CO2 en sus hojas.
Un ecologista nato preferiría cargar con las cosas en brazos antes de aceptar una bolsa de plástico de un uso único. Dado que va totalmente en contra de lo que concibe como actuar de forma correcta. Esa bolsa no compensa el gasto de recursos para utilizarse nada más en un instante momentáneo. Aparte, ya se sabe los altos niveles de contaminación que conlleva simplemente haberla fabricado. La opción sostenible y beneficiosa para la salud del medio ambiente es el packaging reutilizable. Tela o papel, según tus necesidades, serán los materiales adecuados.
Este target resulta tan interesante porque implica un mayor poder adquisitivo y compromiso fiel con la marca si cumple sus expectativas. Al ser un mercado acotado, hay mejores probabilidades de establecer una relación comercial duradera, demostrando honestidad desde el inicio. En este post en colaboración con Flame Analytics hablamos sobre el perfil del consumidor ecológico en mayor profundidad.
Nuestra opción favorita es la bolsa de algodón. Para una compra básica del día a día basta con la típica tote bag finita. Es fácil de doblar y guardar en un bolsillo. Ocupa un espacio ínfimo y es súper cómoda. Al tener asas largas la colgamos del hombro y no molesta. Despeja tus manos y siéntete libre de coger todo lo que pilles por medio.
Sabiendo lo barato que es el plástico, ¿cómo vamos a reducir el consumo de bolsas plásticas sin que lo note nuestro capital? El papel ha llegado como solución. Sigue siendo económico y práctico en el uso diario. Bien conocido por parte de las empresas y por los clientes, agrada a todos sin igual. Para empezar, es beneficioso para el medio ambiente porque es biodegradable. Si continuamos describiendo sus bondades, también destacamos que es reciclable. En el caso concreto de nuestros productos, además presenta los certificados FSC y PEFC. Es decir, que ha sido obtenido de bosques donde la tala está regulada por asociaciones defensoras del medio ambiente.
Para nosotros es esperanzador pensar en un futuro libre de residuos plásticos en las ciudades. Tras unos años, creemos que el perfil del consumidor ecológico será la norma estándar y todos acudiremos a la compra con nuestra bolsa de algodón. ¿Cuál es tu opinión acerca de esta cuestión? Queremos leerlo en los comentarios para que podamos iniciar una conversación e intercambiar opiniones sobre el rumbo del ecologismo.
Gracias por difundir este tipo de información. Es necesario que seamos conscientes del problema para poder enfrentarnos a él. Buen trabajo
Hola 🙂
Sí, estamos totalmente de acuerdo. Si queremos reducir el impacto medioambiental, tenemos que conservar nuestro entorno y una de las alternativas es reducir el consumo de las bolsas plásticas.
Un saludo 🙂