Las bolsas de tela

Hablaba Paulo Coelho, en su famosa obra El Alquimista, de que había un lenguaje en el mundo que todos comprendían y era “el del entusiasmo, de las cosas hechas con amor y con voluntad, en busca de algo que se deseaba o en lo que se creía”. Pues bien, los detalles y el acabado suelen ser muestra de ese amor volcado en una tarea y, en el caso de un producto, nos dicen mucho. Si están bien realizados nos revelan que esa meticulosidad en su elaboración se traduce en calidad. Es un lenguaje que también hablamos en Bolsalea y por ello os queremos recomendar un tipo de bolsas diferentes, que gustan y que han tenido un crecimiento exponencial en la industria bolsera: se trata de las bolsas de tela.

Por su remate final y el tipo de material, se tiene la creencia de que es un producto caro y poco rentable. Pero no es así, simplemente no es cierto. ¿Por qué decimos esto? Porque nuestras bolsas de tejido sin tejer son muy económicas ya que el proceso de fabricación ha pasado de ser manual a automatizado, por medio de calor, con una producción que reduce considerablemente el tiempo de fabricación, lo que se traduce en que el cliente recibe su pedido en muy breve tiempo: entre 24 y 72 horas, si son lisas, de 7 a 10 si son personalizadas. Échales un vistazo.

Estas bolsas de tela, a las que hoy les dedicamos este post son de 80 gramos de grosor de la tela lo que le hace resistente. Tejido reutilizable y respetuoso con el medio ambiente. Asas de troquel, para repartir el peso por toda la mano, o con asa de cinta que da un toque más fresco y se puede colgar. Variedad de medidas y tamaños desde las de 15x22x5 cm hasta las de 39x40x13 cm (ver), con fuelle lateral o en la base. Gama variada de colores, desde el siempre elegante azul marino hasta el alegre naranja, para que deis a vuestros productos un toque sencillo, con gusto y fresco.

Ya sabéis, si queréis un toque de funcionalidad, sencillez y modernidad las bolsas de tela de Bolsalea son vuestra elección.